La Escuela de los Valores del Trabajo…

By Victor Camon

Oct 06

… de la que el abuelo de Juanjo y mi padre fueron profesores.

La historia del porqué en la vida podemos aprender y mejorar nuestra manera de ser personal y profesional.

El sentido de los valores en tu vida

A través de Linkedin recibí no hace mucho un correo con el título “Mi abuelo… ¡ese sí que supo salir de la crisis!”. El título me atrajo y comencé a leer el contenido. Podéis encontrarlo en www.juanjoazcarate.com.

Me quedé plasmado con el contenido de Juanjo Azcárate. Hablaba sobre la filosofía de su abuelo. Lo hacía sobre todo acerca de los valores que le transmitió.

A través de un corto relato de sus penurias nos invita a reconocer aquellos valores que hicieron que su abuelo se enfrentara a varias crisis y sobre todo que Juanjo captara sus mensajes.

Llegarás donde quieras llegar. Serás lo que crees que puedes ser. Casi todo va a depender de ti. No culpes a nadie. Tú eres quien ha de poner los medios y el esfuerzo…”

Pues tiene razón y tambien la tiene su nieto cuando comenta “cuando somos jóvenes, nos cuesta darnos cuenta de las cosas. Y el tiempo se escapa, a veces, sin enterarnos de nada.”

Desafortunadamente yo no conocí a mi abuelo. Si a mi padre que nos inculcó junto a una labor inestimable de mi madre, el gusto por vivir a los cuatro hermanos. El deber del trabajar. De hacer el bien, ser educado y sobre todo el ser humildes.

Estoy orgulloso de la educación que he recibido. Aunque de joven no entendiera el porqué tenía que trabajar para pagarme la Universidad cuando mis padres la podían pagar. Con el tiempo lo entendí. No era una cuestión económica sino de valores. Hay que currar para conseguir las cosas, porque pocas cosas te vienen dadas y a aquellas que recibes de antemano poco valor le das.

Juanjo también nos deja una frase que oigo a menudo .

Quiero vivir la vida”.

Yo la oigo a personas que pronto cumplirán 30 años. No tienen definida ni su vida personal ni profesional. ¿Vivir la vida?

¿Acaso no la vives a diario? lo que quieres es no tener responsabilidades. No ver que puedes hacer más cosas. Que puedes mejorar. Lo que quieres es pensar que con lo que tienes ya tienes suficiente. Y quizás ahora lo sea pero la vida no siempre es fácil y para mí el empezar cuanto antes es Hambre para hoy y pan para mañana. Porque aquello que no podemos hacer es quejarnos y quejarnos y no hacer nada para solucionarlo.

La suerte pocas veces existe. – Estoy encantado con el abuelo de Juanjo porque también habla de ella: “Eso de que fulanito ha tenido mucha suerte en la vida la mayoría de las veces tiene que ver con los medios que ha puesto para que esa suerte le llegue. ¡Nosotros construimos nuestra suerte!

Ahí va eso, estoy totalmente de acuerdo. Muchas veces hablo de que he tenido suerte en mi vida ya que he podido viajar. Y conocer gente y culturas y eso me ha enriquecido mucho, pero después valoro mi experiencia y no creo que sea suerte. Creo que me lo he trabajado porqué cuando terminé la universidad no hablaba inglés. Me apunté a aprenderlo poniendo atención en ello.

Porqué después de estudiar una carrera para ser funcionario y ver que no me encontraba cómodo decidí empezar de nuevo y estudiar Comercio Internacional. Porqué después de empezar a trabajar en el campo de la exportación seguí aprendiendo y estudié Dirección Comercial y Marketing Internacional. Y ahora mismo sigo estudiando, no he parado de hacerlo desde pequeño, estudio italiano y se me da bien.

Porqué he sido una mente abierta a toda la información que me pudiera dar cualquier persona desde el taxista que me recoge en el aeropuerto de Penang hasta el botones del hotel. De todo el mundo puedes aprender algo, pero sobre todo porqué he sabido encontrar el sentido que el día a día se merece. Ya que si queremos aprender debemos de escuchar. Debemos de ser humildes y debemos de trabajar a conciencia.

La vida pocas cosas nos regala.

Pues sí, al final creo que he tenido suerte, la suerte de seguir unos patrones de educación en dónde el castigo no era la solución sino que lo útil era y es el saber hacer entender, el utilizar lo positivo de las personas y el creer en ellas.

A mi padre y al abuelo de Juanjo también les sobraba pasión, inspiración y positivismo que son los recursos que sirven para hacer crecer a las personas y sobre todo y una de las cosas más importantes: sentido del humor.

Mi padre profesor de latín siempre es recordado por sus ex-alumnos como una persona que para una “lengua muerta” , aportaba inspiración. Y lo hacía desde el conocimiento y desde el humor. Sabía lo que sus alumnos querían y era pasar un buen rato. Aprender pero con positivismo. Por eso nos contaba chistes clásicos muy malos. El sentido no estaba en el chiste sino en todo lo que nos ha aportado.

Lo comenta Juanjo: “Si emites pasión recibes pasión” pues estoy de acuerdo con él. Y lo veo a diario cuando intento ayudar a cualquier persona que pueda necesitar un simple consejo, contacto o cualquier otra necesidad, ¿me cuesta mucho ayudar sin pedir nada a cambio?, no me cuesta nada. Al contrario me siento gratificado sabiendo que puedo ser útil.

Esto es lo que debemos de transmitir, los valores del trabajo bien hecho, del trabajo diario, del compañerismo, del equipo, de la responsabilidad, de los valores, la humildad, descartar todo egocentrismo… en definitiva el valor del positivismo.

Gracias papá por todo lo que he aprendido de ti, aunque no lo entendiera cuando me lo enseñabas, ahora lo reconozco y me enorgullezco de haberlo aprendido de ti.

Te quiero papá, tu hijo Victor.

About the Author

​​Apasionado por el crecimiento personal y profesional de las personas, me encanta poder transmitir mis conocimientos, estrategias e ideas para intentar ayudar ante todo en el desarrollo personal y profesional.

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