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By Victor Camon
Imagen de Pixabay
No tengo ninguna duda ni miedo en recordar que no fui jamás el más rápido en los equipos donde jugué. Tampoco lo fui en la escuela o el instituto. Si echo la vista atrás puedo, en cierto modo, recordar que tampoco por aquel entonces ser el más rápido era lo más importante. Probablemente por ello creo que es mejor correr un maratón que 100 metros.
Es cierto, que la vida te plantea una serie de pensamientos a lo largo de tu vida. Que sin duda lo que pensaba en la escuela no tienen nada que ver con lo que pienso ahora. El tiempo en su extensión te va acercando cada vez más a nuevos pensamientos. Ni tan siquiera me atrevo a confirmar que son aportaciones de sabiduría.
Más bien diría que son una acumulación de pensamientos existenciales con quién eres y qué haces. Probablemente en parte por esto, en la escuela no te planteas ni el para qué estás corriendo. Simplemente lo haces y listos.
Más tarde, entras en la auto-suficiencia y como no, en la rutina. Aquí ya no esperas a que te digan que debes correr para hacerlo. Aquí eres tu el que se pone a correr y es en este punto en el que es más importante contar mejor con correr un maratón que con corredores de 100 metros.
La vida no es lineal. No tiene nada de encefalograma plano sino más bien parece un perfil de montaña con sus momentos bajos y cómo no los álgidos. Un corredor de 100 metros hará ese sprint que le llevará a la victoria que tanto desea, un corredor de maratón puede también vencer pero en pocas ocasiones necesitará un sprint para vencer.
De ese modo, en su entrenamiento le interesa más trabajar la resistencia que la potencia. Necesita trabajar el largo recorrido que el corto recorrido.
Y la vida tiene un largo recorrido. Cómo dije no es lineal. Por lo que el sprint no es la mejor decisión para un recorrido largo y tumultuoso. Mentalmente el corredor de maratón necesita un entreno especifico. También el sprinter, pero uno lo necesita para 10 segundos y el otro para algo más de 2 horas.
Cualquier decisión afecta en el compromiso de obtener los resultados que esperamos. Mientras la constancia y visión es necesaria en la carrera maratoniana, la potencia y visión son las claves para la carrera de 100 m.
Ahora plantéate lo siguiente:
¿Cómo es tu vida. Un maratón o una carrera de 100m?
Sé que estás leyendo estas líneas y te consideras más un corredor de fondo que de 100 metros. Probablemente mi planteamiento te lleve también a pensarlo.
Por algo será que yo también estoy corriendo el maratón de la vida. Al fin y al cabo a día de hoy tengo claro 2 cosas importantes y que debes conocer cuanto antes, si no lo sabes ya.
Tu destino y tu camino no están escritos. A ti te corresponde hacerlo. Pero jamás olvides que tu vida tiene bien poco de lineal así que si este es tu mejor momento, puede venir mañana el momento malo.
No olvides tampoco que el corredor de maratones se prepara para un largo recorrido y que durante el entrenamiento trabajas la constancia, la perseverancia o la resistencia. El corredor de 100m, debe trabajar la constancia, la perseverancia y la potencia.
Estoy seguro que la diferencia entre la resistencia y la potencia es la que hace que tengas el resultado esperado a lo largo de tu vida. Cómo te dije, la potencia puede alcanzarlo también pero a menudo necesita un plus de doping para ello.
Si me permites un consejo, pasa cuanto antes de querer ser el más rápido y trata de ser cada día excelente.
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