Te has planteado alguna vez ¿qué pasaría si le dijeran a toda la humanidad cuántos días le queda por vivir? Este artículo bien se podría llamar Los 10 hábitos para alejarte de la muerte y acercarte a la vida, en lugar de los 10 hábitos para ser feliz!

La muerte no puede ser una barrera a la vida. En cuanto aceptes tu muerte tendrás mucho por vivir. A continuación 10 hábitos para ser feliz. Foto Pixabay
Imagina que cada uno de nosotros recibe una carta con la fecha exacta de su muerte. ¿Qué sería de nosotros? ¿Dejaríamos de quejarnos por la crisis? ¿por nuestros problemas con los amigos o desconocidos? ¿por si tu equipo de fútbol ha perdido? Estoy seguro que algunos estarían lamentando su suerte y otros dejarían atrás todas las preocupaciones y se dedicarían a vivir lo que les queda de vida. Eso sería lo más bonito y gratificante, aceptar tu destino y vivir con él.
Nuestra sociedad evita el término “muerte”. Trata de negar su existencia. Nos escondemos en especulaciones acerca de qué será de nuestro futuro. De qué pasará con nosotros tras morir. Seguimos confiando de que tras la muerte una nueva vida llegará.
Lo importante es lo que tienes delante. No lo que puedes dejar atrás. Un tema delicado. La muerte es tratada cómo un tabú desde la infancia. No hablamos de la importancia de la vida y de la muerte con nuestros seres queridos. Únicamente ante las pérdidas recordamos lo que pudimos vivir e imaginamos todo lo que podríamos haber realizado. A continuación mis pensamientos más personales para que te plantees tu vida desde una postura de felicidad.
Los 10 hábitos para ser feliz
- Jamás es tarde para vivir. Siempre lo es para querer morir.
- Acepta tu muerte cómo aceptas tu día en la vida. Dedica tus energías y pensamientos a lo que de verdad tiene valor. Dedícalo al momento presente, a tu vida. En cuanto consigas aceptar de corazón tu muerte lograrás replantearte cuáles son tus prioridades antes de que sea demasiado tarde
- La muerte llegará al margen de lo que puedas pensar. La muerte es una necesidad para nuestra vida. Sin ella la vida sería un sin sentido. Si supieras que toda la vida ibas a estar vivo, harías muchas otras cosas aunque sin la valoración que se merecen. Sabrías que en cualquier momento podrías realizarlas. Jamás tendrías un límite a tu vida.
- Asume que el tiempo que te queda es finito. Nuestra vida es una cuenta atrás. Te preocupas más de cuando se parará el reloj que de todo el tiempo que te queda por vivir.
- Consigue un entorno y pensamientos positivos para ver antes las oportunidades de la vida que sus limitaciones. Las emociones negativas y positivas no pueden convivir al mismo tiempo. Decide cuál es la que quieres que priorice en tu vida.
- La muerte es triste para aquellos que no han comenzado a vivir.
- El pensar que todo ser humano tiene el derecho a vivir muchos años es lo que hace desesperarnos cuando una persona muere joven. No se trata de pensar en si podía haber vivido más años sino de comprobar si en vida pudo disfrutar de su tiempo. Esto es algo que me quedó claro cuando a la edad de 53 años murió mi padre y nos dejó una carta en la que hacía mención a todo lo que había sido capaz de vivir. Sé sinceró sobre todo lo que vivió en sus días mientras siguió disfrutando cada minuto a la espera de que su corazón dejara de latir.
- Las personas jóvenes mueren, las de mediana edad también y a los ancianos también les llega su fin.
- Todo ser humano debería de ser capaz de recibir el conocimiento necesario para saber de qué trata la vida y la muerte. Anhelo el día en que en las escuelas se enseñará a las personas en el beneficio del saber vivir y el saber morir, será en ese momento en el que aceptaremos la vida tal y cómo es, dejando de lado ese Ego que nos define o lo que otros piensan de nosotros asumiendo el prestar más atención a lo que nos dicta el corazón.
- Finalmente, todos vamos a morir. Acéptalo y descubrirás que vivirás toda tu vida para morir en un segundo, no lo aceptes y conocerás cómo puedes ser capaz de morir todos los días de tu vida.
Mis 10 hábitos para ser feliz son un cúmulo de experiencias y pensamientos.
Me hubiera encantado poder compartirlo con mi padre. De cualquier modo, estoy feliz de compartirlo con el mundo.