Emprender es extremo

By Victor Camon

Apr 28

Esta es una historia real. Es lo que me sucedió gracias a un resfriado. Una historia que aún no tiene su final más feliz. Porque emprender es extremo. Un camino extremo pero excitante.

emprender es extremo

Y pasó aquí. En las Islas Lofoten (en Noruega). Si hacemos zoom (imagen de abajo), todo surgió en este recóndito lugar:

emprender es extremo

Aquí en las islas Lofoten es donde comencé a diseñar mi proyecto. Porque emprender es extremo y qué mejor que comenzar con -18 grados.

No soy un aventurero, ni un fan de lo extremo. Me hubiera encantado serlo pero no ha sido así. De cualquier modo este es el lugar más extremo en el que he estado.

Nos juntamos unos amigos y fans de la fotografía de paisaje y allá que nos fuimos. A Noruega, las Islas Lofoten. Era Febrero y la temperatura eran unos -18 grados en su mejor momento.

Por temas de negocio, yo había pasado ya una semana en Oslo y por lo que fuera el cuerpo me pidió el reset que cada 2-3 años me da. Pillé un buen resfriado. De los buenos.

Normalmente, con mayores dosis de té verde se me pasa pero ese costaba más de lo normal y eso tuvo consecuencia inmediatas.

Cuando mejor lo iba a pasar me quedé en casa

emprender es extremo

Con Rubén. Este cazador de “fotones” no dudo en dejarme en casa mientras él disfrutaba como un loco. ¡Bien que hiciste mentecato!

 

No soy muy dado a hablar de proyectos empresariales en mi blog. Me gusta más hablar de la mejora continua y del crecimiento personal. 

Pero esta vez es distinto, parece que el paso que di ese 15 de Febrero de 2016 empieza a tener sus consecuencias. 

Lo cierto es que nunca pensé que saldría algo positivo de ese resfriado, más bien al contrario.

Había ahorrado mucho, juntado a un grupo de fotógrafos para llevarlos a las islas Lofoten, había organizado un viaje con un guía que es un mega crack de la fotografía… y justo cuando puedo comenzar a disfrutar del lugar y la fotografía me quedo en casa.

Todos salieron a buscar esa foto perfecta. Pero con mi resfriado lo mío era imposible.

Así que durante 4 días, los “suertudos” salían a disfrutar y a mi me tocaba quedarme a dos velas.

En un lugar tan recóndito y solo, hay realmente algo que haces: pensar.

Me recuerda mucho ese instante al confinamiento actual.

Puedes ver a través de la ventana pero es más seguro que te quedes sin pasar la puerta.

Quiero creer que este es un momento de re-pensar. Al menos así lo fue desde mi guarida en Lofoten.

Aquí la tienes.

emprender es extremo

Estas eran mis vistas desde esa ventana a la que tan embobado me quedé.

¡Eureka! Esta vez sí.

Me he puesto una gran playlist de Johnny Cash para hablar de esto.

Me motiva este hombre. Su historia. Sus canciones. Y me recuerdan algunos pasos dados.

En el momento menos esperado es cuando te puede surgir una idea.

Esto es lo maravilloso de las ideas. Puedes provocarlas con distintas actividades y pensamientos pero sin esperarlo hay ocasiones – y resfriados -, que te ayudan a dar con la tecla.

Por alguna razón nací con demasiadas ideas en la cabeza. Suelo decir que el hecho de ser idéntico a mi hermano gemelo siempre ha hecho que tenga que distinguirme.

Mi familia, amigos (sobre todo mi socio), y otros a mi alrededor… están saturados de todas las ideas que me aparecen.

Somos muchos así. Muchos soñadores y que tenemos muchas ideas de negocio.

A menudo tantas que no sabemos ni gestionar. 

Pero en esta ocasión algo hizo click. No fue mi mejor foto. No pude salir hasta el quinto día, el día anterior a la vuelta.

Fue la idea con la que me di de bruces. Eureka. Esta vez sí.

Ir quemando etapas y conectando

A día de hoy si me preguntas qué debes hacer para llevar tu idea a la realidad tengo que confesarte que el camino es largo.

Por eso necesitas que sea algo realmente motivador. Fíjate que llevo más de 4 años con la idea del “resfriado en Lofoten”.

No puedo compartirte aún este proyecto, por temas de confidencialidad. Dame tiempo.

Al fin y al cabo, eso es lo que debes hacer. Debes contar con tu tiempo. Debes ir quemado etapas en estudiar, preparar, prototipar, probar…

Y ante todo, debes rodearte bien. Debes conectar con otros, contarles tu proyecto, tus ideas, tu visión. 

Muéstralo y rodéate de quién va a ayudarte.

La gente te ayuda. En líneas generales es así. Y más en el mundo de la emprendeduría.

Muchos de los inversores a los que vas a contactar han pasado ya por esto de comenzar un proyecto, buscar inversión y tener éxito.

Por eso están dispuestos a ayudar, no te olvides de ello. No pierdes nada por preguntar.

Al fin y al cabo, debate:

¿que es más importante mantener tu ego estable ante un posible “no”, o pedir consejo para tu idea de negocio?

Ayer me confirmaron un pequeño gran paso

emprender es extremo

Así de solitario y frío es el camino del emprendedor. Así es como me encontré en las islas Lofoten pero ese camino bien vale la pena vivirlo, ¿no te parece?

Durante estos más de 4 años en los que estoy trabajando en el proyecto junto con Julian, mi socio. Hemos alcanzado cosas impensables:

  • Crear un prototipo único y espectacular.
  • Proyectar una marca y producto de grandes perspectivas de difusión internacional.
  • Acuerdo de distribución para Suiza y para Rusia. Lo curioso es que ni tan siquiera han tocado el producto. Les sorprende lo suficiente como para tener un pre-acuerdo.
  • Hablar con grandes inversores y empresas que jamás hubiéramos pensado que podríamos acceder.
  • … pero la noticia de ayer es la que más emoción me genera.

Créeme, lo sorprendente de este proyecto es que jamás había recibido tantos “wow” de otras personas.

El feedback que tenemos es espectacular. Cuando lo muestras la primera impresión es de sorpresa por parte del interlocutor.

Les encanta pero eso no es suficiente para ir avanzando.

Estamos en un proceso crítico. El de buscar inversión. El de financiar nuestra primera fabricación para comenzar la venta y para liderar un sector clave de manera internacional.

Pero la noticia de ayer me encantó. 

Primero ya tuve una gran llamada de más de 45 minutos, para un proyecto – mitad social, mitad empresarial – realmente fascinante.

Pero a última hora recibí un correo de Barcelona Activa confirmando que formamos parte de 1 de las 10 empresas que entran en su programa de Pre-Acceleración.

Entramos a formar parte de la mejor incubador de Barcelona.

Y me encanta porque significa que ese resfriado que me dejó sin lograr mis mejores fotos, me lleva a un paso de formación y mejora de un proyecto propio.

Me lleva a conectar con el mayor tejido emprendedor de Barcelona. Significa no solo que la idea es buena. Que la sabemos transmitir. Y que tiene futuro.

Porque a algunos ya se lo he dicho. Mi futuro está visionado a la formación.

Quiero tener éxito en mi negocio. Proyectarlo internacionalmente. Lograr todas las herramientas y conocimientos posibles.

Para más adelante acompañar a aquellos que se encontraron solos como yo con una idea y un resfriado.

emprender es extremo

La foto que sí pude tomar. El día antes de volver con mi idea a casa. Solo frente a lo extremo.

Emprender es extremo y no te lo puedes perder.


 

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​​Apasionado por el crecimiento personal y profesional de las personas, me encanta poder transmitir mis conocimientos, estrategias e ideas para intentar ayudar ante todo en el desarrollo personal y profesional.

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