¿Te has planteado cómo ser tu mejor yo? Si a lo largo de tu vida no los has hecho aún presta atención a estas 7 claves esenciales para descubrirlo y vivir a tu máximo de felicidad.
Imagen de Unsplash de Joshua Sortino
A menudo, ese “no tengo tiempo“, es una justificación por no saber decir, NO. En otras ocasiones, es peor: literalmente no te da la gana.
Al final, el decir “no tengo tiempo” parece que queda bien. ¡Qué bien te sienta decir que estás ocupado!
Ten en cuenta que este patrón de justificación no es solo malo para la persona que espera tu respuesta, sino que lo es para ti pues si de allí sale una creencia y un uso constante, te puede llevar a una rutina.
Crear este hábito negativo y convertirlo en rutina puede llevar a que pierdas efectividad, valor o incluso felicidad.
La próxima vez, aprende a Decir NO.
Es más simple. Más rápido y efectivo. Di No, cuando en ese momento no puedas contestar, pero responde y si lo puedes hacer al instante.
No te hagas el interesante. Tarde o temprano, repercutirá negativamente. Lo peor es que repercute en tu vida.
¿Acaso crees que a un jefe le atrae que le digan: no tengo tiempo para esto?
El jefe quiere resultados, y que hagas tu trabajo de una manera productiva, no quiere que te quejes. Al final, los que se quejan son los que menos importancia tienen para la empresa y más fácilmente pueden ser sustituidos.
Lo único que te falta es saber dónde está.
En ocasiones, te dejas llevar por la rutina o lo habitual. Va bien tener esa persona detrás que te pregunte si eso es lo que quieres.
Tener aquel coach, que te haga dudar, que te haga pensar y sobre todo que te haga actuar para lograr tu mejor YO.
Tener ese momento de duda, es importante para ser consciente de lo que es importante para ti.
Sin duda, será también determinante ser firme en tus convicciones y valores, pues otros tratarán de llevarte según sus propios ideales. En ti recae el decidir si debes decir que no, o puedes vivir sin que eso te importe. Mientras sea de corazón…
Olvídate. Debes tener haters en tu vida.
Si en más de una ocasión no te gustas ni a ti mismo, ¿cómo pretendes gustar a todo el mundo?
Estoy seguro que tampoco es lo que quieres. ¿No prefieres tener emociones?
¿Qué prefieres complacer a los demás o gustarte a ti mismo? ¿A qué le dedicas más pensamientos?
Siempre habrá alguién al que no gustes. A menudo, no es nada personal sino que se puede deber a rumores, a un mal día, a diferencias de valores…
Al fin y al cabo debes de gustarte a ti mismo y si puedes ayudar y hacer feliz a otros, mejor que mejor. Deja de esperar gustar a todos, primero pretende gustarte a ti mismo, y ya verás cómo será suficiente.
¿A quién has empatado?
A lo mejor te crees que eres la persona más inteligente de tu compañía, la persona más amable, la persona más importante… pero ¿de qué te sirve serlo cuando no lo aplicas en tu trabajo?
Supongo que ya te habrás preguntado qué espera de ti tu empresa. No pienses tan a menudo qué haces tu para ella, pregúntate qué necesita de ti.
¿Sabes cuál es un patrón común de las personas felices, de las personas de éxito?
Cuando tienen las mismas opciones que tu y que yo, tienen claro cuál deben tomar.
Tienen dos opciones: o pasan su vida sintiendo lástima de ellos, quejándose o justificándose, o toman el camino más directo: van a por lo que suyo dando el máximo de sus posibilidades, sin importarles que lo logren o no.
Para ellos, cada día es una gran oportunidad para avanzar hacia su excelencia, para ser mejor.
Siempre me acuerdo de Iván cuando alguien me dice que no tiene tiempo.
Durante 12 años trabajamos juntos e insistía en que no tenía tiempo. Antes de tener a sus hijos ya no tenía tiempo de nada, pero al tenerlos ya era su más válida justificación.
Jamás negué que no tuviera trabajo, y no hubo día que no trabajara mucho y bien, pero más de una vez pensé en todo lo que podía llegar a hacer y ser con lo que trabajaba, si no tuviera esa mentalidad de justificación, de quedar bien por estar atareado.
Y es que puedes estar toda tu vida quejándote y justificándote de que te falta tiempo, dinero, fuerza, inteligencia… para hacer las cosas que realmente deseas.
Quizás tengas razón! Aunque, ¿de qué te sirve?
La cruda realidad es que todos en el mundo tenemos al menos una buena excusa para no luchar por aquello que tanto deseamos.
¡Nos pierden las palabras! Preferimos quejarnos.
Y eso, es algo inconcebible para las personas que logran sus sueños. Ni tan siquiera se plantean si tienen tiempo o dinero. Sólo encuentran el modo de hacer lo que desean. Sólo eso.
Para nada les interesa conocer sus límites, prefieren conocer su objetivo y dedicarlo a él. Al final, la queja no es más que esto:
El usar una queja no va a conseguir que mejores tu situación actual.
Va lograr que no acudas a la fuente de tu mejora, al canal que pueda llevarte por el camino de tus sueños, la queja te ayudará a no hacer más que justificarte frente a otros.
La queja te dará un gran valor para sentirte bien a ojos de los demás y te lo quita todo en tu propia progresión.
Elige frente a quién quieres sentirte mejor. Y recuerda que existes.
Puedes ser una persona realmente especial. Aquella de tantas y buenas ideas, con un pensamiento tan puro, con aquella gran pasión por ayudar a otros… pero si te reduces a eso de nada te sirve.
Te digo por experiencia que si no aceleras el hacer tras el pensar, sigues sin tener nada.
Quedarás muy bien cuando hables con otros de tus ideas y vean la innovación en ti mismo.
Podrás sentirte orgulloso cuando veas cómo alguien ha lanzado”tu producto” deseado. Aquel que imaginaste pero jamás pasarás de eso.
De ese instante en el que sigues pensando en lo bueno que eres pero no sientes todo lo que has hecho.
Tener buenas intenciones es maravilloso aunque complementarlas con acciones es la excelencia.
No te quedes en el pensamiento, haz el siguiente paso. Haz.
Recuerda que tu carácter, tu persona, se determina por lo que haces no por lo que piensas.
Hace ya mucho que se fue. O a lo mejor jamás existió.
Y es que todos queremos creer que aquella persona que tanto esperamos, va a llegar pronto, que aquella suerte que tanto nos merecemos está a la vuelta de la esquina.
La vida no funciona así. Si quieres cambiar algo te toca poner de tu parte. Deja de esperar y empieza a actuar.
Vas a ser tu. El príncipe azul que tanto esperas eres tu.
Aunque también eres aquél maléfico que te tiene encerrado en su castillo. Lo único que debes de hacer es encontrar la llave para poder ser libre y comenzar a caminar dónde quieres llegar.
Si alguien tiene que salvar tu vida, vas a ser tu. El príncipe azul jamás existió fuera, siempre está en ti.
¿Te gustó lo que leíste?
A partir de aquí tienes dos opciones:
Yo personalmente, apostaría por el número par.
Si es así, click aquí abajo.
Este es el siguiente paso que puedes tomar.
Descubre los 7 Consejos para desarrollar y potenciar tu creatividad
Impulsa tu crecimiento personal: Cómo lograr la mejor versión de ti mismo y transformar tu vida.
Outsourcing tecnológico: ¿Por qué es tan importante?
¿Eres feliz en tu vida irreal?
Las redes sociales arruinan tu vida
La vida dentro de un mundo sin inventos.
Elimina de tu vida todo aquello que te cause estrés
La única constante es el cambio